Un asesino mata por tres simples razones que yo no logro
entender, por odio, envidia o celos.
Era de suponer que la razón de mi caso fuera por alguna de
esas razones, pero como ya he dicho era de suponer…
Cuando entro por la puerta de la oficina me encuentro a
Carlos muy alterado. El es un chico de mediana edad, alto, de pelo castaño y
ojos claros, en ese momento vestía una camiseta a cuadros bastante más grande
que él y unos pantalones grises.
-
¡Laura un crimen, un crimen! – Me grita.
Le detengo antes de que se fuera a enterar toda la multitud
de gente que se acumula en la puerta. Le cojo del brazo súper preocupada y me
lo llevo a un rincón.
-
¿Qué pasa Carlos? ¿ A qué viene tanta prisa por
decírmelo?- Le pregunto momentos después de llegar al rincón.
Carlos se tranquiliza, quizás se ha dado cuenta que no puede
decir que se ha cometido un crimen a los cuatro vientos.
-
Pues veras Laura, esto te va a gustar tan poco como a
mi. Ha sucedido un asesinato en la planta baja de la oficina. Lo que quiere
decir…-
-
¡Tenemos que ir rápido! Antes de que contaminen las
pruebas y no podamos descubrir al asesino.- Le digo antes de que termine la
frase.
Carlos me coge del brazo y me lleva a la planta baja. No hay
nada ni siquiera el cadáver.
-
Carlos dónde están el cadáver y el equipo forense.- Le
pregunto.
Al ver que Carlos no me respondía, me giré. De un momento a
otro solo sentí un fuerte golpe en la cabeza y una…
mu….er…te……….ins…tan…ta..ne.…a……..
Le he estado dando una vueltecita al blog, y...¡Me encanta! Está lleno de buenísimas recomendaciones y sugerencias. Sois buenas, chicas. Sólo conozco a una del grupo e imagino que las otras dos deben ser tan estupendas como ella. Os seguiré.
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